martes, 23 de junio de 2015

Tenemos que hablar.



¿Te refieres a hablar de lo estupendo que soy pero cómo no puedes involucrarte, y no soy yo, eres tú... y estás dañada y ojalá pudieras y...? Me niego a hablar de eso. Ahora, ¿te gustaría un tinto o prefieres el blanco?
Sam... mira, yo no... no soy buena para ti.
¿Qué?
¿Eres feliz?
No, no soy feliz.
Yo podría hacerte feliz.
 
En serio, déjame amarte.
Puedo hacer ese trabajo con seguridad.
En realidad, ya empecé.
- No puedo... no puedo hacer esto.
 No, no, no.
No... vamos, no te vayas antes de que esto empiece.
Por favor.
Mírame.
Lo entiendo, ¿sí?
Lo entiendo.
No soy el hombre que tenías en mente.
¿Pero y si no sabes lo que es mejor para ti?
- ¿Y tú sí?
- Creo que sí.
¿De dónde saliste, Sam No. 2?
De Westchester.
¿Quieres saber por qué ando por el quinto piso?
La primera vez que te vi... Dios, pensé: 
"Vaya. ella... la chica con el turbante divertido. Quiero estar cerca de esa chica".
Créeme, normalmente no hablo así... pero estoy loco por ti.
- Basta, ¿sí? Cierra el pico.
- ¿Por qué? ¿Por qué?
Sólo para, por favor. Basta.
No digas eso.
Puedes oírlo.

- Cierra los ojos.
- ¿Qué?
Sólo quiero que me escuches.
¿Me das gusto, por favor?
No es fácil ser adorada.
Tú, en particular... a ti te cuesta mucho más que a la mayoría.
Lo entiendo. Pero quiero que lo intentes.
Considéralo un experimento.
Prometo que seré muy maravilloso adorándote, Annie.
Es un área donde creo tener mucho talento.
Eres digna de adoración, Annie.
Lo vales.
Y el hecho de que no lo creas... no tiene nada que ver con si es verdad o no.
Es verdad para mí... y es todo lo que importa.



Yobailopogo!

1 comentario:

Chaly Vera dijo...

Las burreras que uno dice para estar acompañado en las noches invernales